Punto 7. Plaza de La Corredera
Las fuentes documentales nos dicen que ya en el s. XVI se celebraban aquí competiciones de alancear toros y juegos de cañas. Pero es el 14 de julio de 1828 cuando Fernando VII da una Autorización real a la cofradía del Santísimo Cristo del Caloco y a esta villa para poder celebrar 3 corridas de toros en la plaza de La Corredera. Se celebró la primera corrida el 16 de septiembre de ese año y fueron lidiados 6 toros.
En 1862 el Ayuntamiento llevó a cabo el alcantarillado de la plaza y en 1896 La Corredera es pavimentada, plantándose castaños de indias y tilos en doble fila, también se colocaron bancos de piedra y en el centro de la plaza se colocó una gran farola de hierro. Esto implicó suprimir el Teo (pino seco de 4 o 5 m de alto, con orificios donde se colocaban las teas que se encendían por las noches de las fiestas del Cristo del Caloco) por el peligro de incendio de las casas colindantes.
Esta pavimentación también supuso el dejar de usar La Corredera como coso taurino, trasladándose la fiesta a la plaza de toros del Cabezuelo, propiedad de la familia Geromini.
En 1954 La Corredera volvió a experimentar otro cambio con la construcción del nuevo quiosco de música, trasladándose la gran farola de hierro a su localización actualidad en la fuente de la plaza del Altozano.
A lo largo de los años La Corredera ha sido el centro cívico
social de esta villa. Plaza de toros, pasando por coso taurino, punto final de
los encierros, pista de bailes tradicionales y escenario musical.
La Respingona es el “himno popular” de los habitantes del núcleo de El Espinar. Esta jota castellana cuyo nombre real es “Las habas verdes” y recogida por Agapito Marazuela, insigne folclorista segoviano, consigue hacer bailar a todo aquel que la escuche.
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